La economía española ha estado creciendo a un ritmo superior al 3% desde 2015, aunque empieza a aparecer riesgo que pueden truncar el ritmo de la economía. En este artículo vamos a ver algunos indicadores que nos marca la desaceleración en los próximos meses. Estos datos describen una situación hasta mayo, por lo que el cambio de Gobierno no está valorado en estos datos.
El Composite Leading Indicador marca una desaceleración del crecimiento en España.
El Indicador CLI (Composite Leading Indicator) está diseñado para dar señales tempranas de puntos de inflexión en la actividad económica. Estos indicadores integran diferentes indicadores ponderados que son una muestra representativa de la economía española. En nuestro país, el CLI contempla los siguientes indicadores para formarlo:
- Manufactura: Tasa de utilización de la capacidad.
- Construcción – Empleo: Tendencia futura.
- IPC servicios menos vivienda.
- Precios de las acciones: Índice general IGBM.
- Matriculaciones de turismo.
- Consumidor: Indicador de confianza.
Si se origina un punto de inflexión en el Composite Leading Indicator, por lo general suele indicar un punto de inflexión en el ciclo económico en 6-9 meses. El CLI para España ha indicado perfectamente la aceleración y desaceleración de la actividad económica.
En la última gráfica podemos ver que entre los meses de septiembre de 2017 hasta enero 2018, el CLI se encontraba en el nivel 100 que implica situarse en la media a largo plazo, aunque en los meses posteriores ha ido deteriorando y queda por ver si esto repercutirá en la actividad económica.
Si nos fijamos en la evolución del PIB en el mismo trimestre se sitúa en el 3%, siendo una décima menor frente a la del trimestre precedente, esto se debe a una portación menor de la demanda nacional y mayor de la demanda externa.
Los máximos del petróleo no benefician a España.
Después de tres años de precios bajos para el petróleo la cotización ha subido un 70% en los últimos 12 meses, pasando de 45 dólares por barril a 80 dólares. A principios de 2018 el mercado del petróleo había acumulado un importante colchón de reservas de petróleo. Aún así, después de la caída de 2014 y 2015, el mercado del petróleo se ha estabilizado en 55 dólares el barril.
A partir de junio de 2017, los precios del petróleo comenzaron a tener una fuerte tendencia al alza. Por un lado, la oferta, que consiguió contener la oferta mundial de petróleo gracias al acuerdo entre los miembros de la OPEP. Y por otro lado la oferta, que en los últimos trimestres la infraestructura petrolera estadounidense se ha visto limitada por cuellos de botella y no ha podido compensar los recortes de la OPEP.
España tiene gran dependencia energética, por lo que los bajos precio del crudo se traducen en algo positivo para la economía española.
El PMI español refleja su peor dato en los últimos 17 meses.
Otro punto que tenemos que tener en cuenta son los datos indicadores Puchasing Managers Index (PMI). Esto indicadores miden las expectativas de compras de los gestores de compras a través de una encuesta. Los últimos datos de PMI compuesto no invitan al positivismo. El sector privado español en el mes de junio está creciendo al peor ritmo de los últimos 17 meses. Es la única zona de las granadas economías de la Eurozona donde las empresas pusieron freno a su expansión. Esta realidad contrasta con las tres economías más importantes de la Eurozona que mejoran frente sus anteriores lecturas.
El PMI del sector servicios español ha bajado en junio a 55,4 punto desde los 56,4 de mayo, según el punto de vista de los sectores. No obstante, el dato del PMI del sector manufacturero registró su peor lectura en los últimos diez meses hasta alcanzar los 53,4 puntos.